Noche mágica con los Jonas Brothers
sábado, 31 de octubre de 2009 @ 5:45
Más de 15 mil espectadores, la mayoría mujeres, disfrutaron la presentación del grupo sensación del momento
GUADALAJARA, JALISCO.- No existe forma precisa de definir a los Jonas Brothers en una sola palabra. Quizá la que más se acerque sea “grito”. Los desaforados de casi 16 mil fanáticas que retaron al frío casi polar que congeló al Estadio 3 de Marzo ayer por la noche. Gritos en altos decibeles de las fanáticas que ignoraron el caos vial que “atascó” avenida Patria desde la tarde. Gritos de chicas que lucharon por hacerse de un póster, cartel, llavero, camisa, taza, sudadera o algo alusivo a la banda. Gritos que corearon cada tema del trío estadounidense. Gritos por los Jonas Brothers.
La tarde calló pronto sobre Zapopan. El caos vial que se dejó sentir sobre esa parte de la Zona Metropolitana de Guadalajara pasó a ser una mera anécdota una vez que las fanáticas entraban a la cancha o gradas del recinto. Y sí, “fanáticas” porque la inmensa mayoría de asistentes eran desde niñas de seis años hasta adolescentes de entre 13 y 16 años. ¿Qué si había chicos? Sí, más de los “obligados a ir” que los que por convicción propia querían ver a los hermanitos. Y papás, la mayoría de los cuales se quedaron afuera del estadio, esperando pacientemente. El torbellino ahora estaba adentro, en las gradas.
A una voz
La puntualidad es una de las cualidades que de entrada mostraron Joe, Kevin y Nick. Los Jonas saltaron a la cancha a las 20:02 de la noche cobijados por el tema Paranoid y las gargantas de las asistentes que, como si se tratara de sopranos, desgarraron sus gargantas para hacerse oír por las estrellas. “México ¿estás listo? Estamos encantados de estar aquí”, saludó Kevin, ante la locura generalizada.
Entre tanto ruido era difícil saber a quién de los tres le estaban gritando más. Pero es imposible negar que Nick era el que se llevaba las ovaciones más prolongadas en cada una de sus intervenciones.
Cada acción de los Jonas Brothers era celebrada con un alarido unísono. Que si los hermanos pedían aplausos: alarido. Si pedían saltar: gritos. Cantar con ellos: coro monumental asegurado. “Guadalajara sí que sabe gritar”, mencionó un nada errado Joe en el micrófono. Y al decir esto, claro que gritaron todavía más sus fanáticas.
El idioma predominante al hablar entre las asistentes eran en español. Pero al momento de cantar, brotó un espectacular inglés que sorprendió a los Jonas. Temas como Hold on, Poison Ivy, Much Better y Year 3000 venían aprendidos de memoria por sus fanáticas.
La locura en el show se desató cuando Nick se sentó al piano e interpretó piezas como A little bit longer. Cada enfoque al rostro del cantante cimbraba el recinto, para satisfacción del propio hermano Jonas, que no se esperaba ese “pegue” entre las tapatías.
Calor fraternal
Paradas sobre las sillas de plástico de la zona que se vendió más caro en el concierto, las fanáticas luchaban no nada más para mantener el equilibrio, sino para, de paso, bailar al ritmo de temas como I just want to play my music, One day at time, I got a feeling y Tonight, que terminó por marcar la velada, al lado de temas de probado éxito, como Burning up y When you look me in the eyes.
Tras una hora y media de espectáculo, los Jonas se despidieron de las tapatías, entendiendo bien que aquí tienen una plaza fiel y sobre todo, muy ruidosa.
La frase:
“Gracias, este es el público más ruidoso que hemos tenido” Los Jonas Brothers.
fuente.elinformador.com.mx